La cebolla horcal brilla con luz propia entre todas las variedades de cebolla cultivadas en España y es el secreto del sabor de la morcilla de Burgos.
Esta hortaliza, ingrediente principal en la elaboración de la morcilla de Burgos, tiene forma ovalada, color dorado, es carnosa, jugosa, de piel fina y con una textura crujiente que otorga a la morcilla de Burgos su particular olor y sabor crujiente.
De sabor suave, ligeramente dulce y picante, la cebolla horcal también es fundamental en la elaboración de una jugosa tortilla de patata, buenos guisos, sofritos y estofados a los que aporta apetitosos aromas y sabores.
Se cultiva sobre todo en la cuenca baja de los ríos Arlanzón y Arlanza, repartida en las provincias de Burgos y Palencia, siendo en la provincia burgalesa y Castilla-León donde se absorbe buena parte de la producción de cebolla horcal exportando el resto sobre todo a Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Aragón e incluso a Francia o Portugal donde también es muy apreciada.
En cuanto a las propiedades de la cebolla, se caracteriza por su bajo valor calórico, su alto contenido en fibra, vitaminas y minerales que tienen un efecto antioxidante, ayudan a prevenir la diabetes y otros beneficios para la salud.